Cine/Críticas/Críticas de Cine/Regreso al Futuro/Regreso al Futuro Parte II

Crítica de Cine | ‘Regreso al Futuro Parte II’

Cuatro años después del estreno de ‘Regreso al Futuro’, en 1989, llegó una segunda entrega de las aventuras temporales de Doc y Marty, dispuesta a volver a traer diversión y frescura como lo hizo su primera parte. Y vaya si lo consiguió. Y es que con el revisionado se confirma lo que sospechaba: ‘Regreso al Futuro Parte II’ es la mejor película de la trilogía, con la que más disfruto, y la que consigue entusiasmarme totalmente. Ya dije en la crítica de la primera entrega que si bien me parecía fantástica no conseguía llenarme por completo por alguna razón que, sinceramente, poco importa. Sin embargo, esta segunda sí que lo hace. ¿Las razones? Muchos más viajes temporales, una trama aún más enrevesada que está hilada casi a la perfección, un desarrollo y ritmo brutales, la vuelta de Doc y Marty… e innumerables cosas más. Amigos, esta cinta es maravillosa.

«¿Qué nos ocurre en el futuro? ¿Nos volvemos gilipollas o algo parecido?»

Comenzamos justo donde lo dejamos, con un Doc caricaturesco y llamativamente vestido que le dice a Marty y Jennifer que les tiene que acompañar al futuro. Acto seguido el DeLorean echa a volar (algo que ya no nos pilla tan de sorpresa, por razones obvias) y nos plantamos de lleno en el futuro, concretamente en el actual año 2015, no sin antes mostrarnos el film a un Biff que lo ha presenciado todo, y que será la semilla de los siguientes problemas de nuestros protagonistas.
La primera parte se desarrolla en el futuro, con una premisa o misión poco importante, que sirve más para poner a los personajes en situación, y que se de la oportunidad del gigantesco lío provocado por el Biff del futuro. Aquí Marty debe hacerse pasar por su hijo para cumplir la misión encomendada por Doc de que éste no vaya a la cárcel, y es cuando se topa de lleno con un 2015 muy distinto al que conocemos, muy caricaturesco e imaginativo, con grandes hologramas de la decimonovena parte de ‘Tiburón’, aeropatines, gente vestida de forma extravagante con partes robóticas incrustadas en su cuerpo… Puede que para muchos, viendo como está el percal ahora mismo, muy distinto a todo aquello, os parezca exagerado, sin embargo veo totalmente necesario esta representación del futuro, si no no sería tan divertido ni gracioso. Recordad que estamos en ‘Regreso al Futuro’, una saga de ciencia ficción cuya misión es desprender «buen rollo» antes que realismo. Y lo consigue totalmente. En este pasaje se cambian los papeles que una vez tuvo Marty respecto a la sociedad en la primera película. Ya no es Marty quien sorprende a los demás gracias a su «superioridad temporal», sino al contrario, es él quien se sorprende con ese futuro del que tanto McFly como nosotros los espectadores no tenemos ni idea. Una gran oportunidad para que el film sorprenda gracias al imaginario de Robert Zemeckis y Bob Gale.

Estos dos vuelven a estar en problemas y a compartir mucha química

Pero, como ya he dicho, el viaje en el futuro hace que las cosas se compliquen aún más, desarrollándose así una trama en la que está presente una línea temporal alternativa, que nuestros protagonistas tendrán que solucionar viajando de nuevo al pasado. Sí, en esta película tenemos viajes en el futuro, en el pasado y hasta un universo alternativo nacido a consecuencia de esos viajes. ¿Os parece poco? Pues esperad a la última parte, un clímax final donde Marty no sólo viaja de nuevo a 1955, sino que se mete de lleno en gran parte de los hechos de la primera cinta, en una parte final enormemente divertida por ver cómo se juega con las dos películas a la vez. Y lo mejor es que todo ello está hilado estupendamente y de una forma magnífica, teniendo en cuenta que los guionistas jugaban con tres líneas temporales y la correspondencia con la primera ‘Regreso al Futuro’. Sí, posiblemente no todo sea perfecto y haya algún detallito de éstos sin importancia que a los exigentes les gusta encontrar, analizar y posteriormente defenestrar. Pero no es mi caso. Partiendo del hecho de que no he encontrado ningún fallo en todas estas conexiones temporales, si realmente existe alguno debe ser tan insignificante que no merece la pena ni dirigir nuestra atención a él. Porque el film se encarga de hacernos disfrutar en todo momento, con un ritmo tremendo, que te atrapa desde el minuto uno y no te suelta hasta ese enorme final que supone un cliffhanger impresionante, que nos deja con ganas de ver cómo termina todo. Es una cinta 100% dinámica, una montaña rusa de emociones y de problemas, los cuales estamos deseando ver cómo resuelven más adelante nuestros dos héroes.

La representación de 2015 es tan caricaturesca como divertida

Dos héroes que vuelven a estar magníficos en esta secuela. Marty sigue enfrentándose a los problemas temporales como buenamente puede, y ya se deja ver que su actitud de no acobardarse en ningún momento puede traerle más mal que bien a su futuro, detalle que se deja abierto en pos de resolverse en la tercera entrega. Por la parte interpretativa, Michael J. Fox sigue igual de bien con su personaje, pero tiene aún más mérito en esta segunda entrega, puesto que no sólo hace de él, sino de sus dos hijos. Una decisión bastante divertida la de aprovecharlo a él para interpretarlos y no escoger a dos actores más, pues el resultado es desternillante, tanto por la torpeza y pasotismo de Marty McFly Jr. como por la breve actuación femenina de su hija.
Otro que merece un reconocimiento igual es Thomas F. Wilson, actor que hace de Biff en varias versiones y edades, así como de su nieto. A todas sus facetas les aporta un matiz distinto, si bien todos comparten lo mismo: son iguales de odiosos. No en el mal sentido, claro, pues es obligado que así sea, al fin y al cabo es el villano de la saga.
Y para cerrar el círculo de pesos pesados de los personajes, no podía faltar Doc, quien al igual que los otros dos, también está mejor que en la primera entrega, interpretado por un genial Christopher Lloyd que vuelve a bordar el papel. No sólo tiene más protagonismo, sino que es el Doc del presente, aquél que salió por primera vez de un DeLorean con el mono blanco, y que abandonamos muy tempranamente para conocer a su versión pasada. Puede parecer una tontería sin importancia, pero tenía ganas de ver más a este Doc, y aquí tenemos dos tazas. Por supuesto, la química con su compañero de reparto sigue estando presente y cargada a tope.

La línea temporal alternativa es totalmente deprimente y contraria a todo lo visto hasta ahora

Técnicamente, ‘Regreso al Futuro Parte II’ es más ambiciosa que su predecesora, por lo mencionado de representar tantos tiempos y escenarios. Al divertido futuro, se suma la deprimente realidad alternativa, oscura y sucia, con un estilo que es novedoso en la saga y que contrasta bastante con lo visto anteriormente. Algo que ayuda a provocar en el espectador una sensación de rechazo hacia esa temible línea temporal, y que acrecienta aún más el deseo de que nuestros protagonistas lo solucionen todo.
En cuanto a los efectos especiales, hay más de ellos, obviamente, y en este apartado el film de Zemeckis ha envejecido estupendamente. Y ya que hablamos de él, me repetiría al decir que su dirección vuelve a ser de lo mejor, tanto en el montaje de la historia que dan como consecuencia ese magistral ritmo y desarrollo como en la obtención de planos memorables, así que mejor no digo nada. Oh, ¿que ya lo he dicho? Pues vaya…
En el apartado sonoro volvemos a tener a un Silvestri enorme con el ya establecido tema principal, al que le hace unos arreglos no para mejorarlo (porque no se puede) sino para, simplemente, añadirle más. Es genial como sus composiciones ayudan a incrementar ese dinamismo de muchas escenas, consiguiendo que el espectador sienta aún más nervios y emoción por lo que está presenciando.
Mención especial a Huey Lewis, quien vuelve a ofrecer un tema «buenrollero» para la película, ‘Back in Time’, el cual no llega a sonar en el metraje propiamente dicho. Y es una lástima, pues casi que me gusta más que ‘Power of Love’…

Marty vuelve a 1955, en una parte final totalmente emocionante

Es posible que ‘Regreso al Futuro Parte II’ no funcione tan bien individualmente como sí lo hacía la anterior entrega, pero poco importa. Para empezar porque no concibo ver una película de ‘Regreso al Futuro’ individualmente sin ver las otras dos en un período de tiempo cercano; las tres forman un todo. Y además, si nos da por hacerlo, con ponernos un poco en situación seremos capaces de disfrutar y maravillarnos con una secuela que supera a la primera, plagada de emoción y que nos deja con ganas de más, por mucho que el film nos haya llenado por completo. Obra maestra de la ciencia ficción, amigos.



Lo mejor

-Todo.


Lo peor

-Que se acabe.


2 pensamientos en “Crítica de Cine | ‘Regreso al Futuro Parte II’

  1. Me alegro que te haya gustado, en los próximos días aparecerá la crítica de la tercera. Es la peor, pero aun así es genial. Como toda la trilogía. Como he gozado el revisionarla, sí señor, por mucho que las haya visto…

Deja un comentario